Desarrollada una fórmula que ayuda a aliviar el cólico del lactante

s-ndrome-del-lactante.pngUn estudio demuestra que la combinación de dos cepas probióticas reduce el llanto del bebé en una media de casi el 68%

ELENA LARRUCEA. BARCELONA. Aunque la causa de dicha afección es aún desconocida, todo parece indicar que el cólico del lactante podría estar relacionado, entre otros factores, con alteraciones en la flora intestinal. En este sentido, un estudio realizado por la biotecnológica AB-Biotics ha demostrado que la combinación de dos cepas probióticas, como el Bifidobacterium longum (CECT 7894) y el Pediococcus pentosaceus (CECT 8330), aporta propiedades beneficiosas que alivia este problema en el menor.

Dicha investigación demuestra que tal fórmula es capaz de reducir el llanto del bebé (principal síntoma de la afección) en una media del 67,5% tras 14 días de tratamiento. Una disminución que, además, se produjo en lactantes que presentaban anteriormente un llanto medio de 60 y 240 minutos al día. “Lo que hacen los probióticos es intentar regular la flora intestinal, pues se sabe que, en niños que padecen cólicos, hay menos bifidobacterias y lactobacilos y más bacterias no beneficiosas en comparación con los que no sufren cólicos”, afirma Guillermo Álvarez Calatayud, pediatra de la sección de gastroenterología y nutrición infantil del Hospital General Universitario Gregorio Marañón de Madrid.

El cólico del lactante o infantil (CL) es una dolencia que la padecen entre el 8 y el 40% de los lactantes. Es un síndrome conductual de etiología desconocida que afecta a bebés sanos, durante los cuatro primeros meses de vida y se caracteriza por un llanto inconsolable e irritabilidad. Además, tal y como apunta el pediatra Calatayud, “es común que el lloro se produzca a última hora de la tarde o por las noches”. A pesar de que no se conoce la causa exacta que favorecería la aparición de esta afección, sí se conocen varios factores que podrían influir en su manifestación. Inmadurez intestinal, intolerancia a los azúcares o aumento de la motilidad intestinal podrían ser algunos de ellos.

Aunque la mayoría de los cólicos desaparecen de manera natural transcurridos los cuatro primeros meses de vida, las molestias y la preocupación que causa el llanto para los padres es notable. Es por ello que para frenar lo máximo posible esta dolencia, uno de los aspectos principales en los que intervienen los especialistas es en la alimentación del bebé. En este sentido, los probióticos han resultado ser una terapia muy beneficiosa ya que “son microorganismos vivos que, al administrarse en cantidades adecuadas, confieren beneficios concretos y probados para la salud del huésped”, afirma Guillermo Álvarez Calatayud.

Éstos son capaces de desplazar las bacterias patógenas oportunistas y disminuir la distensión abdominal. “Muchas veces también se ha relacionado esta patología con la producción de gases por parte del bebé”, añade. Los probióticos pueden incluirse en la preparación de una amplia gama de productos, incluyendo alimentos, medicamentos y complementos alimenticios. Las especies más usadas son las de Lactobacillus y Bifidobacterium. La fórmula patentada se ha diseñado en forma de gotas para que pueda ser digerida por los más pequeños. Éstas se pueden mezclar con la leche y la dosis no debe superar las cinco gotas al día.

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