Cómo atender a un paciente psiquiátrico que tiene una crisis

Tres de cada cuatro personas ingresadas en las Unidades de Hospitalización Breve lo hacen de forma voluntaria

Las Unidades de Hospitalización Breve de Psiquiatría o de Agudos es donde son ingresados los pacientes que presentan una crisis aguda. En contra de lo que habitualmente se cree, el 75% de estas personas ingresan de manera voluntaria. Esta realidad hace aún más incomprensible el estigma que padecen estos pacientes, a los que se imagina en continuo estado psicótico. Sobre la importancia de humanizar estas unidades hospitalarias se debatió el 20 de octubre en una jornada organizada por la Alianza Otsuka-Lundbeck que tuvo lugar en La Pedrera, de Barcelona.

En cuanto a los pacientes que no ingresan de manera voluntaria, una vez mejoran, aceptan la hospitalización, que suele durar entre 12 y 20 días, y asumen positivamente las medidas sanitarias realizadas.

Uno de los aspectos fundamentales a la hora de tratar a estas personas que acuden con una crisis es que exista una comunicación adecuada, que determinará la evolución de la enfermedad. Por tanto, es necesario que conozcan las distintas opciones de tratamiento y darles mayor autonomía en la toma de decisiones. La comunicación se debe producir también con la familia en los casos que se requiera y con otros dispositivos asistenciales como hospitales de día o centros de salud mental.

El simposio profundizó sobre tipos de pacientes concretos, como el que presentar un primer brote psicótico, que suele suceder en la infancia y hasta los 30 años. Un adecuado acercamiento inicial y una intervención temprana mejora el pronóstico de la enfermedad. Tras un primer episodio, la tasa de recaídas es muy elevada, llegando hasta el 80% de los pacientes en los primeros 5 años de tratamiento.

Durante la jornada también se abordó el seguimiento que realiza el paciente del tratamiento. En los que toman antipsicóticos orales para la esquizofrenia, la tasa de abandono es muy elevada (menos del 60% sigue correctamente la medicación). Por este motivo es tan importante informarle bien de la terapia y ayudarle a entender su enfermedad, lo que provocará una actitud más positiva respecto al tratamiento.

Un abordaje distinto se requiere cuando la persona tiene patología dual, es decir, que sufre de forma simultánea una adicción y otro trastorno mental. Casi la mitad de los pacientes con esquizofrenia presentan un diagnóstico de dependencia a sustancias psicoactivas. Estas pueden agravar la psicosis o interferir con los efectos farmacológicos o psicológicos del tratamiento. Por ello, es importante tratarles el trastorno mental y el adictivo de manera simultánea y por el mismo equipo de profesionales.

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