Cirugía de radiofrecuencia para el tratamiento de la rinitis

La rinitis es una patología muy frecuente, tanto que la mayoría de la población, en algún momento de su vida la padecerá. Se produce por la inflamación del revestimiento mucoso de la nariz, lo que provoca que la persona afectada respire peor.

“Existe una gran cantidad de condiciones que hacen que el sistema normal de regulación de los cornetes nasales falle, y cuando falla, se produce una hipertrofia o aumento de los cornetes que hacen que respiremos mal”, señala el doctor Carlos Ramírez Calvo, otorrinolaringólogo en el Hospital Vithas Nuestra Señora de América. Las causas que la producen son variadas: “puede tratarse de rinitis virales, muy típicas en esta época del año, rinitis alérgica, más propia de la primavera, rinitis medicamentosa, vasomotora, por cambios de temperatura, por algunas comidas, etc”. También influyen notablemente los factores ambientales, la contaminación y la sequedad del clima.

Los síntomas habituales que percibe el paciente son una mala respiración nasal, exceso de producción de moco nasal, sensación de que uno de los lados de la nariz no ventila y pérdida de olfato. Ante la presencia de dichos síntomas es fundamental la valoración de un profesional en Otorrinolaringología para poder determinar el abordaje de esta patología.

Los tratamientos se dividen en dos grandes grupos: médicos o quirúrgicos. “Si el tratamiento médico falla, la mejor opción es la cirugía, y dentro de ésta, la radiofrecuencia es la más ventajosa.”, apunta el doctor Ramírez.

La cirugía de radiofrecuencia es un tratamiento quirúrgico que se puede llevar a cabo mediante sedación o anestesia general, según el tipo de paciente, y que requiere de muy pocas horas de ingreso. “Básicamente lo que hacemos es una radiofrecuencia, que es una coagulación muy controlada del cornete, con la que conseguimos que ese cornete se fibrose y disminuya de tamaño”, explica el doctor Ramírez.

Este tipo de intervención resulta exitosa en más del 80% de los pacientes. La principal ventaja es que se evita el taponamiento nasal. “Lo más molesto de toda cirugía nasal es el taponamiento, ya que, si taponamos la nariz, el paciente no respira y resulta muy desagradable. Mediante esta técnica, el paciente sale del hospital el mismo día de la intervención y respirando por la nariz”.

El único cuidado posterior necesario es el lavado nasal con suero fisiológico o hipertónico.

En determinados pacientes, con el paso de los años podría producirse un nuevo aumento de tamaño del cornete, pero que se solucionaría mediante esta misma técnica.

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