Cirugía de la columna vertebral: estenosis de canal

Dr. Francisco Villarejo. Jefe de Neurocirugía del Hospital La Luz de Madrid

Las estenosis de canal como su nombre indica es la disminución de los diámetros del canal lumbar en donde se encuentra la parte final de la médula espinal y las raíces de nervios de la cola de caballo, responsables del movimiento en los miembros inferiores y del control de los esfínteres.

Estos diámetros normales pueden encontrarse disminuidos congénitamente o debido a un proceso degenerativo llamado espondilosis o espondiloartrosis en el que se producen los osteofitos o picos de loro, la hipertrofia de ligamentos y la degeneración de las articulaciones entre las vértebras.

Este proceso degenerativo empieza a Ia edad de 45 años. Se trata de un proceso muy frecuente, de forma que el 95% de los varones y el 80% de las mujeres de más de 65 años presenta estenosis de canal clínica o radiológicamente.

Los síntomas clínicos son fundamentalmente el dolor lumbar en miembros inferiores y los trastornos sensitivos en forma de hormigueos, así como la pérdida de fuerza después de caminar más de 100 metros y el alivio de los síntomas al sentarse o pararse y también al flexionar el tronco sobre la pelvis y el empeoramiento al extender el tronco. Por ello, se denomina síndrome del escaparate, ya que el paciente se tiene que parar unos minutos para que desaparezcan los síntomas. El 95% de la población masculina y el 80% de la femenina con más de 65 años sufrirán el síndrome del escaparate.

El tratamiento de la estenosis severa del canal lumbar se basaba en la laminectomía, que consiste en extirpar la parte posterior de Ia vértebra, es decir, las dos láminas junto a la apófisis espinosa.

Recientemente, esta técnica se puede sustituir por otro método que resuelve el problema y desaparecen los síntomas, además de suponer una intervención muy sencilla. Se trata de colocar un dispositivo interespinoso entre la vértebra superior e inferior y que progresivamente va aumentando las dimensiones del canal y del conducto u orificio por donde pasan los nervios.

Primeramente, se realiza una foraminotomía con una serie de técnicas microquirúrgicas, es decir, se aumenta el agujero por donde pasa el nervio y además se extirpa el ligamento amarillo. Este dispositivo no tiene ninguna complicación, excepto la infección que es excepcional, y se realiza la intervención en 30 minutos. El paciente recibe el alta hospitalaria pasadas las primeras 24 o 48 horas y a las dos semanas ya estará en condiciones de poder llevar una vida normal.

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