Cinco terapias para vencer el estrés

La urgencia de nuestra vida cotidiana y la sensación de no poder con todo puede llevarnos a una situación de estrés. Antes de llegar al límite, hay que reducir un poco el ritmo y atreverse con estas terapias que te ayudarán a combatirlo y a poner en forma tu mente.

  1. Respiración. Un control adecuado de la respiración es una de las mejores herramientas para poner coto al estrés. Respirar de forma lenta y acompasada ayuda a que el organismo aporte oxígeno al cerebro, además de relajar la musculatura corporal. Hay varias técnicas que pueden ayudarte: respiración diafragmática o abdominal (toma aire por la nariz, realiza una pequeña pausa y expulsa el aire por la boca; hazlo durante unos minutos); alterna (en posición de buda, tapa con un dedo tu fosa nasal derecha e inhala lentamente; ahora tapa la fosa nasal izquierda y suelta el aire por la otra fosa nasal derecha; ve alternando); y completa (llena el abdomen de aire, dejando las costillas y clavícula se expanden; aguanta un poco y expulsa completamente el aire). El objetivo de estos métodos es lograr un control voluntario de la respiración para que, al usarlo en situaciones de estrés, nos ayude a relajarnos.
  2. Por todos es sabido que afrontar la vida con humor es el mejor método para lograr alejar el estrés de nuestro día a día. Cuando uno se siente desbordado y no logra disfrutar de los placeres cotidianos, puede recurrir a este método -una terapia a partir de la risa-, que se realiza en grupo o individualmente, con un componente emocional y socializante importante-, que ayuda a sentirse mejor y reduce la tensión y la ansiedad. Recuerda que el humor es un elemento motivador, que refuerza la autoestima y la satisfacción, aligera nuestra carga emocional diaria y promueve el orden mental, la positividad y la creatividad.
  3. Aromaterapia. Es una técnica milenaria oriental que se fundamenta en el sentido del olfato y la absorción de los aceites esenciales a través de nuestra piel. Su uso, es decir, la inhalación de dichos aceites hace que el cerebro libere endorfinas y se combata el cansancio, la tristeza y el estrés. Así, no es de extrañar que en la actualidad se recomiende como terapia alternativa para la relajación y el bienestar general, para algunas dolencias e incluso para lograr una mejora en el estado de ánimo. En ella se usan aceites esenciales o naturales extraídos de hierbas, flores y plantas; y se aplican por inhalación (puede usarse directamente, en difusores, etc…); por masaje (diluidos en alguna loción o crema que mejore su capacidad de extensión sobre la piel); en el baño (echando unas gotas de esos aceites en el agua de la bañera); y en cataplasma (paños de algodón que contienen aceites esenciales diluidos; pueden aplicarse en frío o caliente).
  4. Partiendo del impacto que la música provoca en nuestras emociones y reacciones, no es de extrañar que se utilice como elemento coadyuvante en terapias para mejorar el desarrollo cognitivo y el bienestar. La musicoterapia, realizada de forma individual o en grupo, promueve la comunicación, el orden, la concentración y la relajación, además de influir en la mejora del ritmo cardíaco, lo presión arterial y los niveles hormonales. Algunos especialistas aseguran que, además, mejora la capacidad auditiva, la imaginación y la resistencia física.
  5. Mindfulness. Considerada como una filosofía de vida en la que la meditación es una pieza importante, es una terapia que ayuda a la relajación, y, por tanto, a la reducción del estrés. Resulta interesante como herramienta para aprender a ‘parar’, a suavizar nuestro ritmo diario y a darle tiempo a nuestro cuerpo y mente a recuperarse antes de caer en el estrés o evitar que este se acumule. Es un método que fortalece el cerebro, aumenta los recursos emocionales y nos enseña a “escuchar” a nuestro cuerpo.

Ser conscientes de nuestros límites, disfrutar de las cosas y poner en práctica alguna de estas terapias, te ayudará a mantener tu cuerpo y mente sanos y relajados. M.LL.

 

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