Células bajo cero

las-celulas-se-almacenan-a-180-pngANICHA SENDÍN – Es muy probable que las personas que estén leyendo este artículo no dispongan de células madre de su cordón umbilical almacenadas, aunque quizás se lo estén planteando para sus hijos. O incluso ya lo hayan hecho. Y es que desde hace unos años se habla del gran potencial que tienen las células madre que se extraen de la sangre del cordón umbilical para el tratamiento de enfermedades. En la actualidad, más de 75 patologías diferentes pueden beneficiarse de su uso. También existe la posibilidad de guardar células madre del tejido del cordón. En él se localizan otro tipo de células madre, llamadas mesenquimales y, por tanto, tienen otras aplicaciones, de momento únicamente a nivel de investigación.

“Se dice que en un futuro se podrán utilizar en medicina regenerativa, para curar enfermedades que hoy en día no tienen tratamiento, como pueden ser diabetes tipo I, Parkinson o esclerosis múltiple”, explica Carlos Moreno, director de Bio-Cord. Debido a su utilidad clínica, las células madre de la sangre del cordón son las que más se almacenan. El proceso es muy sencillo. Cuando una mujer embarazada toma la decisión, la empresa le enviará a su domicilio un kit de recogida. El día del parto, una vez en el quirófano, antes de extraer la placenta del útero de la madre se pincha el cordón umbilical y, por gravedad, se recoge el máximo volumen de sangre en la bolsa que contiene el kit, que lleva anticoagulante en su nterior. El mismo día la empresa recoge el material y en menos de 48h se envía al banco de almacenamiento. “Por ello lo ideal es que la decisión de guardar sangre o tejido del cordón se tome con al menos un mes de antelación”, apunta Carlos Moreno. Las células se almacenan en tanques de nitrógeno líquido a una temperatura de -180 grados. Científicamente se ha probado su conservación durante 25 años, aunque se intuye que puede almacenarse durante mucho más tiempo.

Hasta el momento se ha demostrado su utilidad clínica en enfermedades relacionadas con algún defecto de la médula ósea, como leucemias, linfomas o anemias, entre muchas otras. En total casi 80 patologías diferentes. Pero la investigación avanza muy rápido y cada vez se descubren nuevas aplicaciones. “De momento solo vemos la punta del iceberg, pero lo que queda por descubrir seguramente será mucho mayor. Además cada vez hay más gente que tiene almacenado el cordón umbilical y ello, a su vez, contribuye a que se siga investigando”, subraya el director de Bio-Cord. Un ámbito de estudio que está teniendo interesantes resultados es la utilización de sangre de cordón en parálisis cerebral.

Cuando sea necesario utilizar el material criopreservado, debe ser el profesional médico quien lo solicite. Además, recuerda Carlos Moreno, “no todos los centros están autorizados para utilizar este tipo de material biológico”. En función de la enfermedad, y siempre que no sea un trasplante de médula, quizás sólo se utilice una parte de las células madre almacenadas y se guarda la restante para un futuro. El coste puede variar en función de la empresa, pero por unos 1.700 euros aproximadamente se puede almacenar células del cordón umbilical durante 25 años. Algunas aseguradoras subvencionan parte de este importe a sus clientes.

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