Aunque la causa sea masculina, la infertilidad suele afectar más a ellas que a ellos

female-infertilityLa presión social y la idea de que la feminidad va ligada a su capacidad reproductiva son algunos de los motivos

La imposibilidad de concebir de manera natural es un problema que afecta al 15% de las parejas en España

S.L.

A pesar de que las causas de infertilidad están repartidas (un tercio afecta al hombre, otro a la mujer y otro a una causa desconocida), lo cierto es que ambos sexos no perciben y manejan de igual forma este problema. La presión social, la finitud de su periodo fértil y el hecho de que una gran parte de los procedimientos clínicos se realicen sobre el cuerpo de la mujer, provoca que, aunque la causa de la infertilidad sea masculina, ésta afecte más psicológicamente a las mujeres que a los hombres. Seguramente muchas personas se preguntan cuándo es conveniente acudir a una consulta de fertilidad. Se considera que una pareja sana debería lograr el embarazo antes de los 12 meses. Si pasado este tiempo todavía no se ha logrado, se debe analizar qué impide la gestación. Existen factores como la edad de la mujer que condicionan la fertilidad. Por ello, Buenaventura Coroleu, jefe del servicio de medicina de la reproducción de Salud de la Mujer Dexeus, apunta que por encima de los 36 años, debido a que la reserva ovárica se habrá visto reducida, no se debe esperar un año para realizar un estudio de fertilidad, sino únicamente seis meses. Aunque, señala, “no se puede ser categórico, ya que influyen diversos aspectos. La medicina no es matemática pura”.

Aunque se han producido cambios en nuestra sociedad, los expertos señalan que la identidad de las mujeres se configura a través de una mirada externa. Las mujeres son encomendadas desde la infancia para cuidar de los demás y para ser madres, constituyéndose todo ello en parte esencial de la subjetividad femenina. La identidad masculina, en cambio, se constituye a través de una constante autoconfirmación. La infertilidad es vivida como incapacidad para embarazar a su pareja, e imposibilidad de satisfacer una demanda social y cultural construida sobre él, en su rol de proveedor y consolidador de una familia. No obstante, el varón encuentra realización personal y prestigio social en su trabajo y en otras actividades sociales estructuradas fuera del ámbito doméstico / familiar. Como estas actividades son parte integral de la masculinidad, su identidad de género no se ve tan comprometida como la de la mujer al no cumplir el papel parental. Sin olvidar que los mecanismos psicológicos de defensa masculinos ante el sufrimiento son más de ocultación y negación, por lo que no hay un sufrimiento subjetivo tan grande como se da en la mujer.

Las diferencias a la hora de abordar este problema pueden tener consecuencias negativas en la relación de pareja. Es por ello que los especialistas ponen énfasis en no buscar culpables y en acudir a un especialista para poder solucionar el problema.

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