¿Tu hijo está bien hidratado?

hidratadoMás del 80% de los niños y adolescentes españoles debería mejorar su hidratación, especialmente en verano

Es importante ofrecer agua al pequeño cada dos horas, aunque este no lo haya reclamado

S.L.

Los más pequeños de la casa pueden pasar largas horas jugando a pleno sol y, sin embargo, no avisar de que sienten sed. ¿Se olvidan? No exactamente. A diferencia de los adultos, los pequeños pueden no detectar la necesidad de beber líquido debido a que sus centros reguladores de la sed aún no han madurado lo suficiente. Un dato que podría ayudar a explicar el elevado porcentaje de menores que no están bien hidratados. Según un estudio realizado por la Universidad de Zaragoza y la Universidad Rovira i Virgili, el 87% de los niños y adolescentes españoles debería mejorar su hidratación y cumplir con las recomendaciones de la EFSA (Agencia Europea de Seguridad Alimentaria) en cuanto a la ingesta diaria de agua. Y es que, efectivamente, el agua es, por consenso unánime, la mejor bebida para asegurar una correcta hidratación.

Tal y como refleja un fragmento de un documento publicado por la Asociación Española de Pediatría (AEP) y elaborado por el pediatra Venancio Martínez Suárez, la hidratación debería inculcarse en la educación de los menores. “Como parte de su educación nutricional, a los niños se les tendría que enseñar cuánto y cómo beber de manera sana, dándoles accesibilidad al consumo de agua a lo largo del día”, explica este especialista. Según la EFSA, los menores de 2-3 años deben tomar 1,3 litros al día, los de 4 a 8 años unos 1,6 litros y los de 9-13 años 1,9 litros. Estos baremos son aproximados y pueden variar ligeramente en función del género, el clima y la actividad física del menor. Además de evitar una deshidratación, entre las múltiples ventajas que comporta una buena ingesta de líquidos, destaca el hecho de que ello ayudará a que el niño disponga de mejor concentración y facilidad en el aprendizaje, a que presente menos riesgos de lesiones y dolores articulares o musculares, a que sufra menos estreñimiento e incluso a que tenga menos probabilidad de padecer obesidad, tal y como manifiesta la AEP.

No obstante, para ello, es imprescindible que los padres o responsables de los menores sigan unas ciertas pautas. Llevar siempre encima una botella de agua a una temperatura adecuada (ni muy fría ni muy caliente) y ofrecer agua al pequeño cada dos horas, aunque este no lo haya reclamado, es fundamental para asegurar que el niño esté bien hidratado. Incluir fruta en su dieta es otra medida tan saludable como recomendable. Estos alimentos, además de aportar gran cantidad de nutrientes, ayudan a hidratar el organismo. Ahora en verano destacan sobre todo la sandía, el melón, la ciruela, el melocotón, la fresa o el albaricoque, por ejemplo.

También te podría gustar...