¿Puedo corregir mi vista sin cirugía láser?

1170-laserEl uso de lentes intraoculares amplía las indicaciones quirúrgicas, en pacientes en los que no está indicado el láser

Redacción

Actualmente, llevar gafas es opcional, o eso es lo que han permitido las nuevas técnicas en cirugía refractiva en oftalmología. Son múltiples las opciones que existen para corregir los defectos más comunes de la vista, es decir, la miopía, la hipermetropía, y el astigmatismo, siendo la más conocida la cirugía láser. Sin embargo, aunque el láser es una técnica menos invasiva, lo cierto es que hay algunos pacientes que no pueden beneficiarse de ella. Tal y como explica Alfonso Arias, jefe del servicio de oftalmología en el Hospital Vithas Nuestra Señora de América, “tenemos recursos para que, en aquellos casos en los que en la cirugía con láser no sea posible, por contraindicaciones respecto a la córnea del paciente, éste pueda corregirse la vista mediante lentes intraoculares epicapsulares”.

Estas lentes son semejantes a las lentes de contacto, pero se colocan dentro del ojo. Destaca el hecho de que no debe extraerse el cristalino, ni ninguna otra estructura interna, sino que se adapta como un elemento óptico en el interior del ojo. “La ventaja es que no dependemos tanto de las condiciones que tenga el ojo, es decir, que en aquellos casos en los que el paciente tenga una córnea muy delgada, irregular o patológica, y por la vía corneal no esté indicada hacer la cirugía con láser, estas lentes pueden resolver el problema”, aporta el oftalmólogo Arias. El porcentaje de pacientes que tampoco puede recurrir a esta técnica es muy reducido, por lo que, sumando el uso de lentes intraoculares y la cirugía láser, se considera que pueden corregirse los defectos de visión en un 90% de los casos. Por otra parte, respecto a la colocación de la lente, el especialista Arias aclara que la lente se inyecta en el ojo, y una vez está dentro se centra y se sitúa por detrás del iris. “No se dan puntos de suturas, es una intervención ambulante y se recupera la visión en las primeras 24/48 horas”, apunta.

El momento más adecuado para intervenirse

Una de las ideas que está más extendida respecto a la cirugía refractiva es que hay que esperar al momento más adecuado para intervenirse, aunque según Alfonso Arias, “una vez estabilizado el defecto de refracción, el momento más adecuado es cuando el paciente siente un hartazgo de las gafas, es decir, que necesite una independencia de estas o de las lentes de contacto”.

Si bien es cierto que hay que esperar a que haya una estabilidad en el defecto de refracción y, por tanto, se tienen en cuenta criterios como la mayoría de edad, según el experto, “en principio lo que se corrige es el defecto que tiene el paciente en el momento de la cirugía, pero es excepcional que en el futuro le aumente algo, e incluso en esos casos es posible reintervenir”.

Respecto a las embarazadas, el oftalmólogo informa que, si bien durante el embarazo se pueden producir cambios refractivos, la realidad observada en la práctica clínica dicta que estos casos no son realmente significativos como para esperar o posponer la intervención por este motivo.

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