Primer ojo biónico implantado a una persona sordociega

ojo-bi-nico.pngSe ha convertido en el primer paciente con esta enfermedad que recibe esta prótesis en Europa

REDACCIÓN. No es la primera vez que se realiza este tipo de intervención en nuestro país, Jeroni Nadal, coordinador adjunto del departamento de vítreo retina del Centro de Oftalmología Barraquer, ya lo hizo con éxito en el año 2014. Esta vez ha vuelto a ser este especialista el encargado de tal acontecimiento, pero con la diferencia de que en esta ocasión el receptor del implante ha sido un paciente con Síndrome de Usher, es decir, sordociego. Persona que hasta ahora únicamente era capaz de comunicarse a través de un intérprete y mediante lenguaje de los signos. La intervención no sólo ha sido un éxito, sino que además dicho paciente se ha convertido en la primera persona sordociega receptora de esta prótesis en Europa y la segunda en el mundo.

El sistema de prótesis de retina llamado Argus II, también conocido como ojo biónico o implante de retina, ha sido fabricado y desarrollado íntegramente por la empresa americana Second Sight. Esta prótesis tiene como finalidad proporcionar la estimulación eléctrica de la retina para aumentar la percepción visual en personas ciegas. Para ello, una micro cámara alojada en las gafas del paciente captura las imágenes y éstas se envían a un pequeño ordenador que el paciente lleva encima, donde se procesan y se transforman en instrucciones. Éstas se transmiten de forma inalámbrica a la antena del implante de retina. Estos impulsos estimulan las células sanas que quedan en la retina y transmiten la información al cerebro a través del nervio óptico para crear la percepción de patrones de luz, los cuales los pacientes aprenden a interpretar. De este modo, dicho sistema es capaz de sustituir la función de las células degeneradas y permite que las señales visuales atraviesen la parte dañada de la retina y que la información llegue al cerebro, todo ello en tiempo real.

Aproximadamente la mitad de los jóvenes sordociegos lo son por síndrome de Usher. Es una afección hereditaria que causa sordera o hipoacusia desde el nacimiento y deterioro de la visión debido a una alteración del ojo llamada retinitis pigmentaria. Se trata de una afección ocular hereditaria, que afecta al oído, a la vista, y en algunos casos al equilibrio. Se calcula que hasta un 6% de las personas con sordera congénita lo padecen.

Pie de foto: Un momento de la intervención en las instalaciones quirúrgicas de Barraquer.

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