Opciones en la cirugía de catarata

Elena Barraquer

Unidad de Cristalino y Segmento Anterior del Centro de Oftalmología Barraquer

En los últimos 50 años la cirugía de la catarata ha evolucionado notablemente: de la técnica intracapsular, extrayéndose el cristalino en su totalidad, pasamos a la extracapsular, con la que dejamos la cápsula del cristalino “in situ” para colocar una lente intraocular mejor tolerada por las estructuras oculares.

A finales de los años 80, la facoemulsificación (fragmentando la catarata con una sonda de ultrasonidos) permitió reducir el tamaño de la incisión. Con la aparición de lentes intraoculares plegables, una década más tarde, y las nuevas plataformas desarrolladas desde entonces, hemos conseguido extraer la catarata por micro incisión (2 mm). Esto significa una recuperación postoperatoria más rápida de la visión, con menos posibilidad de infección y menos astigmatismo inducido.

En 1949 Harold Ridley implantó la primera Lente Intraocular (LIO). Desde entonces su desarrollo ha sido continuo, mejorando su tolerancia y los resultados visuales obtenidos. En la actualidad contamos con LIO monofocales, multifocales y tóricas. Las monofocales proporcionan una visión nítida en un punto focal fijo, normalmente en la distancia. En este caso, el paciente probablemente necesitará gafas para ver de cerca. Siguen siendo indicadas cuando además de la catarata existen otras patologías como el glaucoma, la degeneración macular o la retinopatía diabética.

Las LIO multifocales, que surgieron a principios del siglo XXI, proporcionan dos (LIO bifocal) o tres (LIO trifocal) puntos de enfoque para obtener una mejor visión lejana, cercana e intermedia. Esta nueva tecnología ha supuesto un gran avance en el campo de la cirugía refractiva intraocular, indicada en aquellos pacientes que desean minimizar la necesidad de gafas pero por su edad no son buenos candidatos a la cirugía corneal con láser.

Las LIO tóricas y las LIO multifocales tóricas, aparecidas en los últimos años, corrigen además el astigmatismo, logrando en la mayoría de los casos de LIO multifocal tórica, la independencia de las gafas.

Asimismo, el láser de femtosegundos, incorporado recientemente a la cirugía de catarata, permite realizar las incisiones en la córnea y la capsulorhexis anterior (apertura de la cápsula del cristalino) con mayor seguridad y precisión. El femtolaser también nos ayuda a fragmentar la catarata reduciendo la cantidad necesaria de ultrasonidos y con ello el daño a las estructuras intraoculares.

Ante todas estas posibilidades, la personalización es fundamental y el paciente debería exponer sus preferencias a su oftalmólogo, persona que le aconsejará, en base a su experiencia, el tipo de intervención y de LIO más adecuada para su caso.

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