Mosquitos: ¿Por qué me pican a mí?

Prevenir las picaduras de estos insectos, fundamental para prevenir enfermedades

Los mosquitos transmiten enfermedades a más de 700 millones de personas anualmente

Sofía Larrucea

Son muchas las creencias que intentan responder a por qué los mosquitos suelen atacar más a unas personas que a otras. Una de las más expandidas, pero no por ello cierta, es la que afirma que estos insectos pican más a las personas que tienen la sangre dulce. Sin embargo, la realidad es bien distinta. La verdad es que es la combinación de varios factores lo que hace que una persona sea más vulnerable que otra a recibir picadas de mosquitos. Entre estas variables se encuentra el olor corporal que desprende dicha persona, el calor y la humedad de su piel. Aunque en nuestro país su picadura no suele comportar mayores riesgos, salvo molestias y posibles heridas por el rascado, lo cierto es que solo los mosquitos transmiten enfermedades a más de 700 millones de personas anualmente. De hecho, son la mayor fuente de transmisión de patologías del mundo, entre ellas malaria, dengue o fiebre amarilla, entre otras. Las enfermedades las traen las personas que han viajado a algún país del trópico y han sufrido picaduras de insectos que les han transmitido el parásito, bacteria o virus correspondiente. El viajero, cuando regresa, puede portarlos en la sangre y, a través de otra picadura, transmitirlo localmente a otra persona. Por ello, saber prevenir estas picaduras nos puede salvar no solo de las molestias sino también de algún problema de salud más grave.

Cómo prevenir las picaduras

La medida preventiva por excelencia es la aplicación de repelentes. Estos pueden aplicarse directamente sobre la piel, en la ropa o incluso en espacios pequeños.  En el caso de bebés, por ejemplo, puede ser útil impregnar el cochecito o la ropa para no aplicar el producto directamente sobre la piel, ya que es muy sensible. Para lo más mayores, el repelente debe aplicarse sobre todas las zonas corporales que estén al descubierto y esto debe repetirse regularmente, sobre todo después del baño y en situaciones en las que haya mucha humedad ambiental o un fuerte calor. Algunos de los repelentes de primera elección y que están recomendados para proteger frente al Zika, según el Ministerio de Sanidad, son el IR3535 y el Citriodiol, debido a su eficacia y seguridad demostrada, algo a tener en cuenta sobre todo si se es mujer y se está embarazada. Asimismo, no hay que olvidar que con el calor no solo son los mosquitos los que atacan, sino que existen muchos otros insectos que en verano hacen su agosto. Por ello, utilizar repelentes de un amplio espectro que nos proteja de otros pequeños animales como las garrapatas, las pulgas o los tábanos, por ejemplo, es una buena opción si queremos pasar un verano sin las molestas y peligrosas picaduras.

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