Medicamentos falsificados, fuera de las farmacias

ANTONI TORRES. Los medicamentos falsificados suponen un problema que causa gran preocupación entre las autoridades sanitarias, principalmente por sus efectos sobre la salud pública. Además, la venta de estos productos va en aumento, especialmente la que se realiza por Internet. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), son falsos el 50% de fármacos vendidos en sitios online no autorizados que ocultan su dirección.

Este junio, se ha llevado a cabo la mayor operación policial realizada hasta la fecha contra el tráfico ilícito de medicamentos en internet. Desarrollada en 115 países, se ha saldado con el decomiso de 20,7 millones de fármacos falsificados o ilegales, cuyo valor rondaría los 71,8 millones de euros. La operación, denominada Pangea VII, se ha cerrado con 156 detenciones y el cierre de 2.414 páginas web. Productos nutricionales y medicamentos contra el cáncer y la disfunción eréctil o para regular la presión sanguínea fueron algunos de los fármacos decomisados.

Para poner freno a la venta ilícita de medicamentos por internet, la Comisión Europea aprobó una directiva sobre la venta on line de fármacos que no precisan de receta médica, que empezará a aplicarse a partir del próximo mes de julio. La dispensación en red únicamente podrán hacerla las farmacias con establecimiento abierto al público, con el fin de garantizar que la compra se realiza bajo la supervisión de un profesional farmacéutico que puede aconsejar sobre el buen uso del medicamento. Las webs deberán cumplir una serie de requisitos, entre ellos, que incluyan los datos sobre la autoridad sanitaria competente, así como un logo común establecido por la Comisión Europea que permite verificar que el sitio web es legal.

La preocupación por la venta de fármacos falsificados se centra en internet y canales fraudulentos. Pero que un paciente reciba en una farmacia española un medicamento falsificado es altamente improbable, puesto que el sistema farmacéutico aquí está muy regulado para garantizar esa seguridad. La cadena del medicamento, desde su fabricación hasta su dispensación en la farmacia, pasando por el transporte, distribución y custodia, sigue rigurosos controles, siempre bajo la responsabilidad de un farmacéutico, que garantiza que el fármaco llegue al paciente en perfectas condiciones tanto de conservación como de seguridad.

ANTONI TORRES es presidente de FECAC

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