La postura bípeda y sus afecciones

sin-t-tuloElena Caballero Martín

Departamento Desarrollo de Proyectos en PRL de MC MUTUAL

La postura bípeda es un gran logro en la evolución del ser humano. Comporta una serie de ventajas que facilitan la realización de actividades laborales como, por ejemplo, tener mayor área de alcance y permitir aplicar fuerzas mayores que en la postura sedente. Muchos puestos de trabajo requieren realizar desplazamientos, o bien acceder a maquinaria y dispositivos lejos de nuestro alcance, por lo que este tipo de acciones no se pueden, en muchos casos, adaptar o diseñar de otra forma que no sea en bipedestación.

Pero tal como estudió el antropólogo W. M. Krogman, la posición erguida y, sobre todo, permanecer de pie de manera estática, durante toda la jornada laboral puede conllevar consecuencias para nuestra salud: mayor gasto metabólico que en postura sentada, restricción de la circulación sanguínea en los miembros inferiores (venas varicosas), fatiga e inflamación en piernas y pies, fascitis plantar y lumbalgia.

A pesar de que el homo erectus fue el primate con la mutación más exitosa, el homo sapiens sapiens conserva algunos defectos de diseño para permanecer estático en bipedestación, que podemos minimizar mejorando nuestros hábitos posturales. A continuación os ofrecemos algunos consejos saludables para trabajar de pie:

  • Evita las posturas estáticas durante largos periodos, propiciando el cambio postural. Si es posible, alternando la postura de pie con la sedente o bien caminando.
  • Siempre que puedas regula la altura de trabajo, tomando como referencia la altura de los codos.
  • Aproxímate a la superficie o área de trabajo.
  • Apoya el pie en una banqueta o tarima, de unos 15-20 cm de altura, para reducir la fatiga en las piernas y la zona lumbar (disminuye la presión interdiscal).
  • Cuando realices fuerza, ayúdate del peso de todo el cuerpo, evitando realizarla sólo con los brazos.
  • Utiliza calzado lo más ligero posible, de material flexible y poroso (que permita la transpiración).
  • Evita zapatos con demasiado tacón o los completamente planos, un tacón de 2-5 cm. suele ser adecuado. La suela debe ser acolchada y antideslizante.
  • Es preferible realizar pausas cortas y frecuentes a una única pausa de larga duración, ya que favorecen la recuperación muscular.
  • Aprovecha las pausas para realizar estiramientos de la zona lumbar y las piernas.

Previamente a todas las recomendaciones, es conveniente valorar si los puestos de trabajo están diseñados ergonómicamente, y preguntarnos si pueden ser más confortables para las personas que ocupan esos puestos. Actuar de esta forma, ayudará a prevenir futuras lesiones.

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