La forma, la textura y el color de las heces dicen mucho de nuestra salud

Redacción

Se calcula que una persona puede llegar a expulsar hasta cinco toneladas de heces a lo largo de su vida. La frecuencia con la que se va al baño depende de una persona a otra, pero los especialistas recuerdan que lo correcto es defecar entre dos y tres veces al día. Cuando esto se produce, significa que los intestinos funcionan adecuadamente. Pero no solo es importante que la frecuencia del vaciado sea la correcta, sino que la forma, la textura y el color de las heces también dicen mucho de nuestra salud. Y es que todos estos aspectos pueden informarnos si padecemos alguna intolerancia alimentaria o alguna alergia o si seguimos una dieta incorrecta, por ejemplo.

Para saber si la forma de una hez es sana o no, existe la llamada escala de heces de Bristol. Esta es una tabla visual que clasifica las defecaciones en siete tipos diferentes:

 

Tipo 1. Trozos duros y separados que pasan con dificultad:

Se trata de heces que han estado mayor tiempo en el tracto intestinal. Por ello suelen defecaciones duras que pueden ser difíciles de expulsar. Esta forma de hez suele ser síntoma de estreñimiento y deshidratación y suele estar ligada a dietas pobres en fibra y a una vida sedentaria y poco saludable.

Tipo 2. Forma de salchicha grumosa:

También indica un posible problema de falta de hidratación y de estreñimiento. Son heces también difíciles de expulsar.

Tipo 3. Con forma de salchicha pero con grietas:

Aunque no es la forma óptima, puede considerarse una hez normal.

Tipo 4. Forma de salchicha lisa:

Se considera que este tipo de hez es la perfecta. Se produce cuando se sigue una dieta equilibrada y una buena hidratación. Se expulsa con mucha facilidad.

Tipo 5. Bolas suaves con bordes desiguales:

Generalmente se expulsan después de comidas fuertes. Son heces que se expulsan con facilidad y no indican ningún problema de salud.

Tipo 6. Trozos suaves y pastosos con los bordes desiguales:

Aunque puede ser señal de que la persona ha aguantado un rato sin ir al baño (quizás porque no había un servicio disponible), también puede ser indicativo de una posible diarrea.

Tipo 7. Acuosa, sin trozos sólidos y totalmente líquida:

Si la hez se presenta de esta manera es un síntoma claro de diarrea. Se recomienda acudir a un profesional sanitario (farmacéutico) para que nos aconseje la toma de algún antidiarreico. Si la diarrea persiste más de tres días, se aconseja acudir a un médico.

 

Cómo evitar el estreñimiento

Además de ser perjudicial para nuestra salud, el estreñimiento puede ser muy molesto al causar inflamación y dolor abdominal. Para evitar esta afección, lo primero que debemos saber son los factores que pueden generarla. Los principales son tener una vida sedentaria, beber poca agua, mantener una dieta pobre en fibra, fumar cigarrillos y retrasar el momento de ir al baño. Por ello, para evitar el estreñimiento, es muy importante cambiar dichos hábitos.

Es importante que la dieta sea rica en fibra:

Los alimentos con un alto contenido de fibra son los cereales integrales, las frutas (mejor con cáscara) y los vegetales. Es preferible consumir alimentos integrales a aquellos procesados o refinados. Asimismo, también es preferible consumir los carbohidratos complejos frente a los simples.

Beber al menos 1,5 litros de agua al día:

El agua ayuda a que los movimientos intestinales sean regulares. De este modo, se recomienda beber como mínimo 1,5 litros de agua al día. Además, el consumo de agua debe ser constante durante todo el día. No es bueno beber mucha agua por la mañana y bajar el ritmo por la tarde.

Se debe defecar cuando nuestro cuerpo nos lo pide y no postergar el momento:

Si se demora el momento de evacuación, además de propiciar el estreñimiento, lo que puede provocarse es que la persona sufra molestias estomacales e inflamación. Algunos profesionales aconsejan fijar unos horarios para poder ir al servicio.

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