El síndrome de Couvade y por qué los hombres también sufren náuseas y antojos durante el embarazo

Algunos de sus síntomas son náuseas, repulsión a algunos olores,  antojos, dolores de espalda, aumento o pérdida de peso, ansiedad, cambios de humor y cansancio

 

Redacción

 

Los hombres pueden sufrir trastornos hormonales durante el primer trimestre del embarazo de su pareja. Según Gabriela Gómez, psicóloga de blua de Sanitas, “los hombres pueden experimentar cambios como la disminución de la producción de testosterona” o “el aumento en la producción de estrógenos y prolactina”, estas últimas hormonas se encuentran comúnmente en las mujeres.

Según la experta de Sanitas, “pese a que se ha estudiado poco acerca de este fenómeno, diversas encuestas sobre las vivencias de hombres que se preparan para la paternidad, como la publicada por la American Psychological Association, certifican que, en la mayoría de los casos, los hombres padecen “síntomas del Síndrome de Couvade”.

¿Qué es el síndrome de Couvade?

 

¿Nunca te has planteado por qué muchos hombres ganan peso durante los nueve meses antes de ser padres? ¿O por qué son más susceptibles durante el embarazo de su pareja? El síndrome de Couvade explica estos síntomas señalando que algunos de los futuros papás muestran actitudes más que similares a los de una mujer embarazada.

“Durante el primer trimestre del embarazo de su pareja, algunos hombres pueden empezar a experimentar un conjunto de síntomas similares a los de la mujer embarazada”, comenta Gabriela Gómez. “Los síntomas que con mayor frecuencia describen los hombres son náuseas y vómitos, repulsión a algunos olores y comidas, apetencia por ciertos alimentos (los famosos antojos), problemas intestinales y malestar estomacal, dolores de espalda, aumento o pérdida de peso, ansiedad, irritabilidad, cambios de humor o cansancio”, señala Gómez.

En los estudios mencionados se pone de relieve que entre el 10 y el 65% de los hombres que van a ser padres presentan muchos de estos síntomas del síndrome de Couvade. “Sin embargo existe controversia entre las explicaciones. Lo que más peso parece tener es el fuerte estrés que se experimenta, y el grado de implicación del hombre con su pareja. El estrés intenso y sostenido en el tiempo da lugar a cambios bioquímicos en el cuerpo que pueden ser los responsables de muchos de los cambios hormonales y también psicológicos”, puntualiza la experta de Sanitas.

También es muy común ganar algunos kilos durante la espera de la nueva paternidad. “Hay varios factores que pueden provocar un aumento de peso como acompañar a la pareja en algún antojo, el estrés o la ansiedad producidos por la paternidad, así como la disminución de la práctica de ejercicio físico”.

¿Cómo nos cambia el ser padres?

 

Una vez llega la hora de cambiar pañales, dormir poco, soñar con Pepa Pig o echar de menos la música para adultos, todo se ve desde una perspectiva diferente. Ser padre cambia la vida y no solo por el hecho de tener descendientes o por ser el responsable de una personita.

Hay muchos hábitos que se modifican. En este sentido, Gabriela Gómez indica que los que más cambian son el sueño, las actividades sociales y las de ocio. Además, los horarios se ajustan a los de los hijos por lo que toda la rutina se organiza a raíz de las actividades de los pequeños de la casa.

La experta recomienda siempre lo siguiente:

  • “Conservar alguna actividad agradable propia, seguir teniendo algo de tiempo para invertir en uno mismo” e insiste en que “otra cosa extremadamente importante que no se puede abandonar son los momentos en que la pareja pueda estar sin los hijos”.

  • También es importante llevar a cabo actividades en familia de forma rutinaria. La psicóloga Gabriela Gómez, recomienda que sea una “actividad saludable como practicar deporte en familia”.

  • Por otro lado, la salud debe cuidarse de igual manera o más que antes de tener hijos. Y es que para mejorar nuestros hábitos de vida debemos pensar en “que nuestra alimentación condiciona la de nuestros hijos”, por ello aconseja comenzar por el cuidado de la alimentación proponiendo “que el alimento sea nuestra medicina para vivir más”.

Un dato curioso pero que no sorprende a padres experimentados, es que “con el primer hijo se actúa de una forma muy distinta a como se hace posteriormente con los siguientes”. En este sentido, la experta de blua asegura que “al haber adquirido más experiencia, se puede cambiar un poco el patrón de crianza, lo que no cambia es nuestra ilusión por disfrutar de la vida de la mano de nuestros hijos”.

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