Disminuye en un 90% el tiempo de irradiación en las intervenciones de ablación

ablaci-n-sin-apenas-irradiaci-n.pngUn nuevo sistema permite la visualización de los catéteres sobre un patrón de radioscopia pero sin apenas emitir radiaciones ionizantes

S.L. Incluso los propios profesionales de la Clínica Universidad de Navarra, quienes han liderado el proyecto junto a St. Jude Medical, se han asombrado de lo eficiente que es esta nueva técnica.Mediguide es un nuevo sistema que permite realizar la intervención de ablación sin proyectar apenas irradiación sobre el paciente. Este dato cobra mayor significado al saber que hasta ahora, para realizar este tipo de intervenciones, el cardiólogo se veía obligado a irradiar durante 25 minutos para poder obtener las imágenes del interior de los catéteres.

Además, no sólo reduce la dosis sobre el paciente, sino también sobre los propios médicos. “A pesar de que operamos debidamente protegidos, no dejamos de estar expuestos a la irradiación durante toda nuestra vida laboral”, afirma Jose Ignacio García Bolao, director de la unidad de arritmias de la unidad de electrofisiología de la Clínica Universidad de Navarra, que ha liderado el estudio.

Hasta ahora, la única manera de conseguir imágenes del interior de los catéteres era mediante el uso de sistemas de navegación por escopia, donde el paciente debía ser sometido a radiaciones durante 25 minutos. Este sistema, sin embargo, ha conseguido reducir el tiempo de dosis en un 90%, pues bastan apenas tres minutos para obtener las imágenes y poder intervenir de manera adecuada esta patología. Una afección que además, es de las más frecuentes en lo que a patologías cardiovasculares se refiere. “Entre un 3 y un 4% de la población mayor de 65 años la padecerán”, advierte el cardiólogo Bolao. Disminuir la radiación es, para este profesional, todo un avance en seguridad: “la radiación es acumulativa. Cuanta menos dosis proyectemos mejor irá el futuro del paciente”, apunta.

Permite la visualización de los catéteres sobre un patrón de radioscopia pero sin emitir radiaciones ionizantes. Para ello, el mecanismo de adecuación de esta técnica es sencillo. Mediante radioscopia, el sistema toma una adquisición inicial de diez segundos y graba al corazón moviéndose. Asimismo, gracias a los sensores que llevan incorporados los catéteres, es capaz de localizar -mediante un sistema parecido al GPS- dichos catéteres y proyectar sobre esa imagen de rayos x el fragmento que ha grabado previamente.

“Trabajamos sobre una imagen virtual que parece de radioscopia”, apunta García Bolao. Además, este nuevo sistema permite observar varios catéteres simultáneamente. “El corazón no late siempre igual. A diferencia del sistema convencional, la nueva técnica también lo ajusta a los diferentes movimientos que puedan producirse. Detecta la frecuencia cardíaca del paciente y acelera o desacelera la imagen tomada previamente en función del ritmo del corazón y de la respiración. Es tremendamente exacto”, añade.

A pesar de que la mejoría ha sido más notable en el tratamiento intervencionista de la ablación, este sistema también puede utilizarse para otras aplicaciones de intervenciones menos complicadas como es la implantación de marcapasos, entre otros. La Clínica Universidad de Navarra ha sido el centro pionero en nuestro país en aplicar esta nueva técnica y la octava a nivel europeo. Lleva utilizándose en pacientes desde finales de marzo y los resultados están siendo, según Bolao, prometedores. Se trata de un sistema más seguro y preciso con el que además está previsto que se ahorre tiempo. “A pesar de que aún es una técnica muy reciente, todo apunta a la que la iremos mejorando y a largo plazo, seguramente también ganaremos tiempo”, concluye el cardiólogo.

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