Detectar el cáncer con un simple análisis de sangre

La biopsia líquida permite detectar las características tumorales en la sangre

Clara Montagut, jefa de sección de cáncer gastrointestinal del Hospital del Mar de Barcelona

Conocer la biología del cáncer en una gota de sangre y decidir el mejor tratamiento en base a esto parece ciencia ficción, pero es ya una realidad. Los tumores liberan células, DNA y RNA tumoral al torrente sanguíneo, que hoy en día, con la consolidación de las nuevas tecnologías de secuenciación, somos capaces de detectar. La biopsia líquida se refiere a la determinación de estas características tumorales (biomarcadadores) en la sangre del paciente de cáncer. Esto significa que con una simple extracción de sangre podemos tener información global y a tiempo real de lo que está ocurriendo en el tumor, sin necesidad de realizar una biopsia de tejido, o mejor aún, como complemento a la biopsia de tejido. Las ventajas de la biopsia líquida son varias, incluyendo la facilidad, rapidez, alta sensibilidad y baja comorbilidad. Las aplicaciones clínicas son múltiples y rápidamente se van ampliando. En cáncer colorectal, en cáncer de pulmón y en melanoma ya se está usando en el momento del diagnóstico para determinar biomarcadores que nos ayudarán a decidir el mejor tratamiento personalizado, la llamada medicina de precisión. Pero el impacto real vendrá cuando usemos la biopsia líquida de forma rutinaria para el seguimiento y monitorización de las personas con cáncer, de manera que en cada visita podremos extraer 10ml de sangre y tener información fiable e instantánea de cómo se está comportando el tumor. Como ejemplo, en pacientes con tumores localizados y operados, podremos detectar de forma precoz si el tumor ha reaparecido antes de que podamos verlo en las pruebas convencionales de imagen como el TAC o la RM. En pacientes con enfermedad más avanzada, podremos saber cómo está respondiendo al tratamiento, si han aparecido resistencias, y en base a esto decidir si  hay que seguir o debemos modificar el tratamiento. En un futuro, quizás podamos usarlo como prueba de cribaje de cáncer en la población, como el PSA, la mamografía o el test de sangre oculta en heces. Lo que está claro es que la biopsia líquida ya está aquí, y está aquí para quedarse y mejorar la manera en la que trabajamos para combatir el cáncer.

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