Cómo saber si estoy sufriendo un golpe de calor

El golpe de calor se produce cuando la temperatura del organismo aumenta bruscamente hasta superar los 39°C

Redacción

Durante el verano es habitual alcanzar temperaturas muy altas, en ocasiones incluso extremas, lo que puede suponer un peligro para nuestra salud. Para combatir el calor es necesario mantener un buen nivel de hidratación y evitar la exposición solar durante las horas centrales del día, cuidados que deben tenerse especialmente en cuenta en el caso de niños y personas mayores, colectivos más vulnerables.

Como afirma Enrique Ciria, responsable de la unidad de Prevención del Hospital Vithas Nuestra Señora de América, “las altas temperaturas pueden tener un efecto en nuestro organismo que se conoce como agotamiento por calor. Sería el precedente del llamado golpe de calor y se asocia con síntomas como malestar general, cefalea, ansiedad, mareo, debilidad”. Aunque este estado en sí no revista gravedad, es necesario mantenerse alerta para que no se prolongue, lo que “provocaría una descompensación de la temperatura corporal que podría suponer una situación grave”.

El golpe de calor se produce cuando la temperatura corporal sobrepasa los 39 °C debido a que los mecanismos reguladores del calor se ven superados y no son capaces de responder, lo que supone un shock para el organismo.

Principales señales de un golpe de calor

Aumento de la temperatura corporal, lo que supone que la persona afectada presente fiebre alta, de unos 39 o 40 grados. “El organismo humano funciona a unos 37 °C y dispone de diferentes mecanismos que regulan la temperatura, como el sudor. Con el golpe de calor, estos mecanismos dejan de funcionar, de modo que sube la temperatura con el riego que ello puede suponer para la vida de la persona afectada”, señala el Dr. Ciria.

  • Aceleración del pulso
  • Mareos, confusión mental, desorientación
  • Piel caliente, enrojecida y seca
  • Sudoración excesiva en un primer momento, que da paso a una posterior desaparición del sudor
  • Náuseas y vómitos
  • Presíncope y síncope (inconsciencia)

Como apunta el especialista, en caso de que se presenten estos síntomas es necesario buscar asistencia sanitaria de forma urgente, especialmente si se trata de mayores de 65 años o niños menores de 1 año: “son más vulnerables porque su cuerpo tiene menor capacidad para regular la temperatura”.

Qué hacer y qué no hacer ante un golpe de calor

Cuando aparecen los primeros síntomas indicativos de un golpe de calor es necesario bajar la temperatura corporal de la persona afectada lo antes posible, por ello se recomienda situarla a la sombra, en un lugar fresco, y refrescarle la piel. “Aplicar paños mojados o hielo puede ayudar a bajar la temperatura, incluso se recomienda, si es posible, bañar a la persona en agua fría y hacerle beber”, recomienda Ciria, que añade la necesidad de avisar a los servicios de urgencias.

Para intentar prevenir el golpe de calor se aconseja no realizar actividad física en las horas centrales del día, no exponerse demasiado al sol los días de altas temperaturas, procurar no beber alcohol o bebidas con cafeína, que contribuyen al incremento de la temperatura corporal y evitar las comidas pesadas, muy grasas, que aumentarán las calorías durante la digestión.

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